Lic. en Ciencias de la Educación
ENTRENAMIENTO DE HABILIDADES METACOGNITIVAS
Algunos autores
señalan acertadamente que no siempre resulta fácil distinguir entre estrategias
cognitivas y estrategias metacognitivas (Swanson, 1990). Muchas estrategias que
se han considerado tradicionalmente como estrategias cognitivas son útiles
también porque proporcionan los medios necesarios para controlar el éxito de
los esfuerzos del que aprende (Baker, 1991). Por ejemplo, los intentos para
relacionar la información que se está aprendiendo con información ya conocida
se pueden considerar como una de las destrezas cognitivas de aprendizaje más importantes.
Sin embargo, en la medida en que esta estrategia puede ayudar a detectar dificultades
de comprensión, puede considerarse como una estrategia metacognitiva.
Definición de
metacognición. - La metacognición se
refiere al conocimiento, concientización, control y naturaleza de los procesos
de aprendizaje es decir es capacidad de las personas para reflexionar sobre sus
procesos de pensamiento y la forma en que aprenden. Gracias a la metacognición,
las personas pueden conocer y regular los propios procesos mentales básicos que
intervienen en su cognición.
El
aprendizaje metacognitivo puede ser desarrollado mediante experiencias de
aprendizaje adecuadas y hay que tener en cuenta que cada persona tiene, de alguna manera, puntos de vista
metacognitivos, algunas veces en forma inconsciente.
Características. -La
metacognición posee cuatro características que la identifican:
- Llegar a conocer los objetivos que se quieren alcanzar con el esfuerzo mental.
- Posibilidad de elección de las estrategias para conseguir los objetivos planteados.
- Autoobservación del propio proceso de elaboración de conocimientos, para comprobar si las estrategias elegidas son las adecuadas.
- Evaluación de los resultados para saber hasta qué punto se han logrado los objetivos.
Comprender los
alcances de la metacognición en el ámbito escolar permitiría responder a
ciertas preguntas tales como: ¿qué hace mal el alumno o alumna en su proceso de
aprendizaje?, ¿qué no hace el estudiante para que su aprendizaje sea eficaz?,
¿qué hace mentalmente el estudiante eficaz para obtener un aprendizaje
profundo? La respuesta a estas preguntas ha permitido desarrollar modelos de
enseñanza y de aprendizaje que hoy se conocen como "estrategias de
aprendizaje". De esta manera, los(as) profesores(as) pueden contar con los
conocimientos y las herramientas necesarias para combatir el bajo rendimiento
escolar y fortalecer a los alumnos y alumnas con métodos eficaces para aprender
Pasos de la metacognición. -
- Observación: estudio y diseño de los pasos a seguir. Es la base para detectar características, cualidades o propiedades.
- Descripción: es integrar las características observadas. Explicar los detalles.
- Comparación: es establecer relaciones de semejanza o discrepancia entre objetos, situaciones, personas, sucesos, entre otros.
- Relación: expresar la conexión o correspondencia que existe entre dos o más cosas.
- Ordenamiento: disposición sistemática de datos.
- Análisis: destacar los elementos básicos de una unidad de información.
- Síntesis: reorganización de pasos erróneos hasta lograr los objetivos. Nos permite recomponer e integrar.
Componentes metacognitivos
Habilidades metacognitivas. - Es la capacidad que tenemos para aprender a conocer y controlar los procesos básicos que requerimos para un aprendizaje adecuado: Dicha acapacidad nos permite planificar que tipo de estrategia debemos utilizar en cada situación como emplearla, controlarla y evaluarla, para de esta forma detectar los posibles fallos y aprender de la experiencia.
Según Flavell, las habilidades metacognitivas comprenden:
- Conocimiento del conocimiento.
- Control de los procesos cognitivos.
- Planificación.
- Autorregulación.
- Evaluación.
- Reorganización.
- Anticipación
1.- Conocimiento del conocimiento:
de la persona, de la tarea y de la estrategia.
La variable de la persona está formada por los
conocimientos y creencias acerca de cómo somos y cómo son los demás, y está
directamente relacionada con la motivación. La variable de la tarea comprende
la consciencia de sus demandas: extensión de la tarea, grado de dificultad, si
es conocida o no, etc. La variable estrategia se refiere al conocimiento
procedimental, es decir que la experiencia de haber realizado tareas anteriores
le ayuda a realizar esquemas conceptuales. De esta manera se puede pasar al
siguiente punto.
2.- Control de los procesos cognitivos:
Planificación, autorregulación, evaluación, reorganización y anticipación.
La planificación comprende la generación de pasos
para identificar y analizar el problema, planteamiento de hipótesis, la
dosificación del tiempo y esfuerzo, etc.
La autorregulación conlleva el
autocontrol cognitivo durante la realización de la actividad y así seguir el
plan trazado.
La evaluación comprueba la eficacia del proceso
cognitivo.
La reorganización facilita la modificación para mejorar el proceso.
La anticipación permite utilizar las experiencias anteriores para realizar
nuevas actividades.
Desarrollo o entrenamiento de las habilidades metacognitvas. -
Desde finales del
pasado siglo han proliferado expresiones como “aprender a aprender”, “enseñar a
pensar” o “enseñar a aprender”. Las exigencias de la sociedad de la información
son cada vez mayores, los avances tecnológicos nos obligan a una constante
renovación y la función de la escuela ha cambiado: ya no es mera transmisora de
conocimientos, sino que además debe dotar a los estudiantes de competencias y
habilidades que les ayuden a desenvolverse como personas y a integrarse en la
sociedad continuamente cambiante (Monereo y Pozo, 2001). Y todo ello ya desde
las primeras etapas educativas.
A continuación, se
planteará dos criterios que pueden orientar la enseñanza de las estrategias
metacognitivas.
A) Según el grado
de conciencia sobre las estrategias (Burón 1990).
– Entrenamiento
ciego. Se solicita hacer una tarea de una forma determinada y no se les explica
por qué razón deben hacerla de ese modo. Los alumnos la hacen, pero con dudas e
indecisión. De este modo, la enseñanza de las estrategias no conduce a su uso
duradero. Y además no habrá ayuda para los estudiantes que presentan más
dificultades para ser autónomos en el aprendizaje.
– Entrenamiento
informado o razonado. Tiene lugar cuando a los estudiantes se les pide que
aprendan o trabajen de un modo determinado y, además, se les explica por qué
deben hacerlo, resaltando su importancia y utilidad. Esto significa que una mayor
conciencia sobre estos aspectos de las estrategias puede contribuir tanto a su permanencia
como a su aplicación flexible y no rutinaria.
– Entrenamiento
metacognitivo o en el control. En la instrucción metacognitiva se avanza
respecto de la instrucción razonada, en el sentido de que el profesor, los
induce a que ellos mismos lo comprueben la utilidad de usar una estrategia
concreta, de modo que los lleva, indirectamente, a tomar conciencia de su
efectividad.
Esta modalidad de
inserción de la dimensión metacognitiva en el proceso de aprendizaje implica,
en definitiva, enseñar a los estudiantes a planificar,
supervisar y evaluar su ejecución, lo cual favorece el uso espontáneo y
autónomo de las estrategias y facilita su generalización a nuevos problemas,
vinculándose, en esta forma, la metacognición, a la noción de transferencia.
Esto significa, en consecuencia, que, si aspiramos a que los alumnos aprendan a
aprender, el método didáctico ha de ser, el metacognitivo.
B) Según el nivel
de ayuda que ofrece el profesor o grado de autonomía que otorga al alumno
(Mateos 2001).
Se refiere a la transferencia
gradual del control del aprendizaje, el profesor será guía de la actividad
cognitiva y metacognitiva del alumno y lo llevará de a poco a participar de un nivel
creciente de competencia retirándole el apoyo hasta lograr que el estudiante
tenga el control del proceso.
Esta metodología
de trabajo supone cuatro etapas:
– Instrucción
explícita. Mediante este tipo de instrucción, el profesor proporciona a los
alumnos de modo explícito, información sobre las estrategias que después van a
ser practicadas. Esta información puede ofrecerse a través de:
a.
Explicación
directa, que debe dar cuenta explícitamente de las estrategias que se van a
enseñar y de cada una de sus etapas. La explicación debe procurar conocimientos
declarativos (saber qué), procedimentales (saber cómo) y condicionales (saber
cuándo y por qué). Una mayor conciencia de estos aspectos de las estrategias
puede redundar en una aplicación más flexible de las mismas.
b.
Modelado
cognitivo. En forma complementaria a la instrucción que se ofrece a través de
la explicación del profesor, éste puede modelar la actividad cognitiva y
metacognitiva que lleva a cabo durante
la tarea. En este modelado cognitivo se sustituyen las conductas
observables a imitar, características del modelado conductual, por acciones
cognitivas que son expresadas verbalmente por el modelo. Se trata de modelar,
no sólo las acciones cognitivas implicadas en la tarea, sino también las
actividades metacognitivas de planificación, supervisión y evaluación de las
primeras.
– Práctica guiada.
Se destaca la colaboración del profesor quien actúa como guía que conduce y
ayuda al alumno en el camino hacia la autorregulación. El fin de esta práctica es
proporcionar al estudiante ayuda y guía suficiente para alcanzar metas que
quedan fuera de sus posibilidades sin esa ayuda.
– Práctica
cooperativa. Proporciona una fuente adicional de andamiaje al aprendizaje individual.
Se lleva a cabo en el contexto de la interacción con un grupo de iguales que
colaboran para completar una tarea. El control de la actividad se traslada al grupo
para distribuirse entre sus miembros.
– Práctica
individual. Para aumentar la responsabilidad del alumno se puede proponer un
trabajo individual que puede apoyarse mediante guías de autointerrogación, conteniendo
las preguntas que uno mismo debe plantearse para regular su propia actuación
durante la tarea.
Bibliografía
Burón, J. (1990). Enseñar a aprender: Introducción a la metacognición. Bilbao: Mensajero.
Mateos, M. (2001). Metacognición y educación. Buenos Aires: Aique.
Monereo,
C. y Pozo, J. I. (2001). Competencias para sobrevivir en el siglo XXI.
Cuadernos de Pedagogía, 298, 50-55.
Osses, B.S y Jaramillo M.S (2015)
METACOGNICION: UN CAMINO PARA APRENDER A APRENDER. Estudios Pedagógicos, vol. XXXIV,
núm. 1, 2008, pp. 187-197 Universidad Austral de Chile.
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